La Cuaresma no sólo nos ofrece una oportunidad para arrepentirnos, sino que también nos brinda una oportunidad para reconciliarnos. El dramaturgo Eugene O’Neill escribió: “El hombre nace roto y vive remendándose.” La gracia de Dios es el pegamento. Esa gracia viene a nosotros de muchas maneras, pero especialmente a través de la confesión, el sacramento de la reconciliación.
El pecado es real, nos aleja de Dios y también nos separa de nuestro prójimo. La culpa altera nuestras relaciones intrapersonales y nos hace sentirnos desincronizados. Sabemos que estamos rotos y queremos ser sanados. Nuestra separación del Cuerpo de Cristo, la iglesia, se hace totalmente real cuando nos separamos de la Eucaristía.
La confesión, llamada también Sacramento de la Penitencia o Rito de la Reconciliación, no se enfoca tanto en el pecado, sino en la reconciliación. El pecado es nuestro Viernes Santo y la Reconciliación es nuestra Pascua.
Este año, las parroquias de la Diócesis de Dallas estarán participando, una vez más, en la iniciativa diocesana: La Luz está Encendida para Ti, una iniciativa para dar la bienvenida a los Católicos a la reconciliación con Dios, la Iglesia y ellos mismos. La noche de los Miércoles 20 y 27 de Marzo, todas las parroquias de la Diócesis Católica de Dallas tendrán sus “luces encendidas” para que todos los Católicos puedan acercarse a recibir la confesión, esta increíble fuente de la gracia, misericordia y sanación y también para que se acerquen a orar en silencio. Por favor consulten el horario con su parroquia.
El perdón no tiene precio, solo tienes que pedirlo.