Obispo Kevin Farrell

Pastor Principal de la Diócesis Católica de Dallas

Sígame

  • Facebook
  • Google+
  • Pinterest
  • Twitter

Testtest

El gorila de dos toneladas que es la crisis ecológica

agosto 29, 2015 By Bishop Kevin J. Farrell

El gorila de dos toneladas que es la crisis ecológica

Debido a que políticos y otros aspirantes tergiversan alrededor del gorila de dos toneladas que es la crisis ecológica por temor a perder el apoyo financiero de los contaminantes, líderes religiosos de muchas profesiones de fe están jugando un papel profético identificando al gorila y haciendo un llamado a sus creadores.

En blogs anteriores he escrito acerca de la colaboración entre el Papa Francisco y el Patriarca Ecuménico Ortodoxo Bartolomé, la cual ha dado como resultado el apoyo del Papa a la adopción de la observancia Ortodoxa de una Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación, que será celebrada por primera vez el 1ero. de septiembre de 2015.. Otros líderes religiosos, menos obstaculizados por la corrección política, también están levantando sus voces.

De hecho, de entre los líderes de instituciones religiosas, cristianas y no cristianas del mundo ha surgido un coro mundial de preocupación de que nuestro planeta esté al umbral de un cambio climático catastrófico. El martes, dirigentes Musulmanes emitieron una Declaración Islámica sobre el Cambio Climático Global, en la que se declaró, “Nuestra especie, aunque seleccionada para ser un custodio o administrador de la tierra, ha sido la causa de la corrupción y devastación, y nos encontramos ante el peligro de acabar con la vida como la conocemos en nuestro planeta.”

Notando “graves deficiencias en la forma en que hemos utilizado nuestros recursos naturales,” el documento declara, “En el breve período desde la Revolución Industrial, los seres humanos han consumido gran parte de los recursos no renovables que le ha tomado a la tierra producir durante 250 millones de años – todo en nombre del desarrollo económico y el progreso humano.” Participantes en el Simposio Internacional Islámico sobre el Cambio Climático, que produjo esta declaración, en la que se exhorta a “las corporaciones en los sectores financieros y empresariales – a asumir las consecuencias de sus actividades lucrativas y tomar un papel visiblemente más activo para reducir su huella de carbono y otras formas de impacto en el medio ambiente natural.”

A principios de año, en anticipación a la publicación de la Encíclica del Santo Padre, Laudato Si’, un grupo de 403 rabinos firmó una Carta Rabínica sobre la Crisis Climática en la que se observó, “Aunque aceptamos informes científicos de la historia de la tierra, nosotros seguimos viéndola como creación de Dios, y celebramos la presencia de la mano divina en cada criatura terrestre. Sin embargo en nuestra generación, esta maravilla y esta belleza han sido profanadas – no en una sola región sino alrededor de toda la tierra.”

Los rabinos señalan que, “el agravamiento de la desigualdad de la riqueza, ingresos y poder político tiene dos impactos directos en la crisis climática. Por un lado, grandes Corporaciones de Carbono no sólo amasan sus enormes ganancias hiriendo la Tierra, sino que utilizan estos beneficios para adquirir elecciones y financiar ciencia falsa para evitar que el público actúe para sanar las heridas. Por otro lado, los más pobres en América y alrededor del mundo son los primeros y los más afectados por tifones, inundaciones, sequías y enfermedades provocadas por el caos climático.”

En mayo fue publicada una Declaración Budista sobre el Cambio Climático afirmando que, “En la actualidad vivimos en una época de gran crisis, confrontada por el más grave desafío que ha enfrentado la humanidad: las consecuencias ecológicas de nuestro propio karma colectivo. El consenso científico es abrumador: la actividad humana está provocando la degradación ambiental a una escala planetaria.”

Demandando cambios significativos en la estructura de los sistemas económicos, la declaración Budista señala que “El calentamiento global está íntimamente relacionada con las gigantescas cantidades de energía que devoran nuestras industrias para proporcionar los niveles de consumo que muchos de nosotros hemos aprendido a esperar. Desde la perspectiva budista, una economía sana y sostenible se regiría por el principio de suficiencia: la llave de la felicidad es el gozo y no una abundancia creciente de bienes.”

Estas serias advertencias en todo el espectro religioso hacen eco en las palabras del Papa Francisco en Laudato Si’, la tierra “clama por el daño que le provocamos a causa del uso irresponsable y del abuso de los bienes que Dios ha puesto en ella (No.2). Hemos crecido pensando que éramos sus propietarios y dominadores, autorizados a expoliarla.” Hemos llegado a vernos a nosotros mismos como sus señores y amos, facultados a saquear a nuestra voluntad. La violencia presente en nuestros corazones, heridos por el pecado, se refleja también en los síntomas de enfermedad evidente en el suelo, el agua, el aire y todas las formas de vida. Por esta razón la tierra misma, agobiada y asolada, está entre los más abandonados y maltratados de nuestros pobres; Ella “sufre dolores de parto” (Rom 8, 22).

—

Crédito Fotográfico: Tammy Lo en Flickr

 

 

Filed Under: En las Noticias Tagged With: Ecología, Laudato Si

El Papa Francisco reafirma una larga tradición en Laudato Si’

agosto 14, 2015 By Bishop Kevin J. Farrell

El Papa Francisco reafirma una larga tradición en Laudato Si'El Papa Francisco reafirma una larga tradición en Laudato Si'

Resulta muy sorprendente escuchar a personas hablar de la encíclica Laudato Si’del Papa Francisco como si se tratara de una nueva enseñanza radical. Eso siempre me lleva a la conclusión que dicha persona no ha leído la encíclica, ya que el Santo Padre fundamenta en gran manera el contenido de la encíclica en las enseñanzas de sus predecesores, en la tradición de otras organizaciones Cristianas y en la historia de la Iglesia.

Desde el inicio, nos recuerda los escritos de su patrono San Francisco de Asís y su convicción que “San Francisco es el ejemplo por excelencia del cuidado de lo que es débil y de una ecología integral, vivida con alegría y autenticidad” (LS10). En el capítulo inicial cita el hermoso Cántico de las Criaturas: “Alabado seas, mi Señor, por la hermana nuestra madre tierra, la cual nos sustenta, y gobierna y produce diversos frutos con coloridas flores y hierba,” y prosigue, “Esta hermana clama por el daño que le provocamos a causa del uso irresponsable y del abuso de los bienes que Dios ha puesto en ella. Hemos crecido pensando que éramos sus propietarios y dominadores, autorizados a expoliarla”(LS 2).

Luego, dirigiéndose “a cada persona que habita este planeta,” el Papa Francisco nos recuerda que el Beato Papa Paulo VI se refirió a la preocupación ecológica como «una consecuencia trágica” de la actividad humana sin control: “Debido a una explotación inconsiderada de la naturaleza, [el ser humano] corre el riesgo de destruirla y de ser a su vez víctima de esta degradación “. (Octagesima adveniens)

Él entonces nos recuerda que “San Juan Pablo II se ocupó de este tema con un interés cada vez mayor. En su primera encíclica, advirtió que el ser humano parece «no percibir otros significados de su ambiente natural, sino solamente aquellos que sirven a los fines de un uso inmediato y consumo (Redemptor hominis). Posteriormente en su Catequesis del 17 de enero de 2001, hizo un llamado a una conversión ecológica global.”

Continuando con la consistencia de la doctrina de la Iglesia, el Santo Padre recordó que su “predecesor Benedicto XVI renovó la invitación a ‘eliminar las causas estructurales de las disfunciones de la economía mundial y corregir los modelos de crecimiento que parecen incapaces de garantizar el respeto del medio ambiente.’”(Discurso al cuerpo diplomático acreditado ante la Santa Sede en enero 2007).

Enseguida, afirmando que “estos aportes de los Papas recogen la reflexión de innumerables científicos, filósofos, teólogos y organizaciones sociales que enriquecieron el pensamiento de la Iglesia con respecto a estas cuestiones. Pero no podemos ignorar que, también fuera de la Iglesia Católica, otras Iglesias y Comunidades cristianas –como también otras religiones– han desarrollado una amplia preocupación y una valiosa reflexión sobre estos temas que nos preocupan a todos” (LS 7).

Finalmente, citando a su amigo y compañero, Bartolomé, el Patriarca Ecuménico Ortodoxo, quien nos dice, “Que los seres humanos destruyan la diversidad biológica en la creación divina; que los seres humanos degraden la integridad de la tierra y contribuyan al cambio climático, desnudando la tierra de sus bosques naturales o destruyendo sus zonas húmedas; que los seres humanos contaminen las aguas, el suelo, el aire. Todos estos son pecados.” Porque “un crimen contra la naturaleza es un crimen contra nosotros mismos y un pecado contra Dios” (Mensaje de Patriarca Bartolomé por el Día de Oración para la Protección de la Creación, septiembre de 2012).

A pesar de las súplicas constantes para proteger nuestra casa común, el Papa añade, “Lamentablemente, muchos esfuerzos para buscar soluciones concretas a la crisis ambiental suelen ser frustrados no sólo por el rechazo de los poderosos, sino también por la falta de interés de los demás. Las actitudes que obstruyen los caminos de solución, aun entre los creyentes, van de la negación del problema a la indiferencia, la resignación cómoda o la confianza ciega en las soluciones técnicas. Necesitamos una solidaridad universal nueva. Como dijeron los Obispos de Sudáfrica, «se necesitan los talentos y la implicación de todos para reparar el daño causado por el abuso humano a la creación de Dios.”

Espero que me acompañen haciendo un alto este 1ero. de septiembre para participar en la Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación y tal vez pensar en formas en las que usted puede ayudar personalmente a mantener y alimentar este precioso don de Dios.

—

Crédito Fotográfico: Unsplash.com

 

Filed Under: Ser Católico Tagged With: Laudato Si

Examinando Laudato Si’: Agenda para una Generación

julio 3, 2015 By Bishop Kevin J. Farrell

Examinando Laudato Si': Agenda para una Generación

Laudato Si’ es único de muchas formas. La encíclica es dirigida a “todas las personas de buena voluntad” (No. 62), y el Papa Francisco afirma que intenta especialmente “entrar en diálogo con todos acerca de nuestra casa común” (No. 3). Asimismo, se distingue por el hecho que pretende provocar tanto diálogo como acción (No. 16).

No se confundan, esta encíclica no pretende dar una “solución rápida” (No. 179), más bien establecer una agenda para nuestro tiempo en este planeta, observando que el medio ambiente “es un préstamo que cada generación recibe y debe transmitir a la siguiente generación” (No. 159).

Estableciendo una letanía de importantes problemas ecológicos que necesitan ser tratados, el Papa enumera: contaminación, cambio climático, agua, pérdida de diversidad biológica, disminución en la calidad de la vida humana, descomposición de la sociedad y desigualdad global y nos comenta que, “La falta de reacciones ante estos dramas de nuestros hermanos y hermanas es un signo de la pérdida de aquel sentido de responsabilidad por nuestros semejantes sobre el cual se funda toda sociedad civil” (No. 25).

“Como Cristianos,” el Santo Padre nos recuerda, “también estamos llamados “a aceptar el mundo como sacramento de comunión, como una forma de compartir con Dios y con el prójimo en una escala global,” y reconoce las palabras del patriarca ecuménico Bartolomé, quien nos dice que debemos “encontrar soluciones no sólo en la tecnología sino en un cambio del ser humano, porque de otro modo afrontaríamos sólo los síntomas.” Para lo cual será necesario “pasar del consumo al sacrificio, de la avidez a la generosidad, del desperdicio a la capacidad de compartir” (No. 9).

Lo que el Papa está pidiendo es nada menos que un cambio en la visión del mundo, una tarea monumental que debe comenzar con cada uno de nosotros que participa en el deterioro de nuestro hogar común. Debemos reconocer la gravedad de la situación y aceptar nuestra parte de culpa. Las causas estructurales de la desintegración ecológica deben ser reconocidas y abordadas colaborativamente a una escala global. Por desgracia, como observa el Papa Francisco, “La política y la economía tienden a culparse mutuamente por lo que se refiere a la pobreza y a la degradación del ambiente. Pero lo que se espera es que reconozcan sus propios errores y encuentren formas de interacción orientadas al bien común (No. 198).”

“No hay un solo camino de solución” (No. 60). No hay una fórmula mágica. A través de la oración y el diálogo debemos trabajar colectivamente hacia una solución integral para salvar la creación de nuestro Dios, nuestro hogar común.

Laudato Si’ no es una proclamación del día del juicio final, sino que establece una agenda para una generación. Como nos dice el Santo Padre en su oración: «Caminemos cantando. Que nuestras luchas y nuestra preocupación por este planeta no nos quiten el gozo de la esperanza» (No. 244).

—

Crédito fotográfico: Stephanie Sicore en Flickr

Filed Under: Papa Francisco Tagged With: Laudato Si

Examinando Laudato Si’: Los pobres son tratados como “daños colaterales.”

julio 1, 2015 By Bishop Kevin J. Farrell

20150701-poor-es

La pobreza y la condición de los pobres y excluidos están inexorablemente conectadas a la crisis ecológica y deben ser incluidas en el “diálogo sobre el modo como estamos construyendo el futuro del planeta” (Laudato Si’ No. 14). El Papa Francisco habla de “la íntima relación entre los pobres y la fragilidad del planeta, la convicción de que en el mundo todo está conectado” (No. 16).

Debido a que los pobres tienden a estar en las periferias, ellos son fácil y frecuentemente ignorados, por lo que el Santo Padre señala,

No suele haber conciencia clara de los problemas que afectan particularmente a los excluidos. Ellos son la mayor parte del planeta, miles de millones de personas. Hoy están presentes en los debates políticos y económicos internacionales, pero frecuentemente parece que sus problemas se plantean como un apéndice, como una cuestión que se añade casi por obligación o de manera periférica, si es que no se les considera un mero daño colateral. De hecho, a la hora de la actuación concreta, quedan frecuentemente en el último lugar (No. 49).

Parte de la razón de esto es el hecho que las personas en el poder tienen poco o ningún contacto con los pobres y los marginados, una realidad que el Papa señala, “muchos profesionales, formadores de opinión, medios de comunicación y centros de poder están ubicados lejos de ellos, en áreas urbanas aisladas, sin tener contacto directo con sus problemas. Viven y reflexionan desde la comodidad de un desarrollo y de una calidad de vida que no están al alcance de la mayoría de la población mundial” (No. 49).

Para muchos la solución a la pobreza es “una reducción de la natalidad.” A lo que el Papa responde, “Culpar al aumento de la población y no al consumismo extremo y selectivo de algunos es un modo de no enfrentar los problemas. Se pretende legitimar así el modelo distributivo actual, donde una minoría se cree con el derecho de consumir en una proporción que sería imposible generalizar, porque el planeta no podría ni siquiera contener los residuos de semejante consumo” (No. 50).

Pero la carga ecológica de los pobres tiene un efecto directo sobre la comunidad entera. Por ejemplo la crisis de la migración en Europa y América es parcialmente el resultado de “migrantes tratando de huir de la pobreza creciente causada por la degradación ambiental.”

Otro problema que enfrentan muchos pobres es la falta de agua potable, la encíclica señala que “la calidad del agua disponible para los pobres provoca muchas muertes todos los días. Entre los pobres son frecuentes las enfermedades relacionadas con el agua, incluidas las causadas por microorganismos y por sustancias químicas. La diarrea y el cólera, que se relacionan con servicios higiénicos y provisión de agua inadecuados, son un factor significativo de sufrimiento y de mortalidad infantil” (No. 29).

Citando a los Obispos de los Estados Unidos, el Papa Francisco pide que se preste mayor atención “especialmente a las necesidades de los pobres, débiles y vulnerables, en un debate a menudo dominado por intereses más poderosos,” para añadir posteriormente, “necesitamos fortalecer la conciencia de que somos una sola familia humana. No hay fronteras ni barreras políticas o sociales que nos permitan aislarnos, y por eso mismo tampoco hay espacio para la globalización de la indiferencia” (No. 52).

 

Filed Under: Papa Francisco Tagged With: Laudato Si

Examinando Laudato Si’: El Bien Común

junio 23, 2015 By Bishop Kevin J. Farrell

20150623-commongood-es

Como les prometí, dedicaré varios blogs a la reciente encíclica del Papa Francisco, Laudato Si’. Es difícil saber por dónde empezar, pero el concepto del bien común que el Santo Padre menciona más de 30 veces en su encíclica parece ser un buen sitio para hacerlo.

El Papa Francisco utiliza la definición tradicional Católica del bien común como “el conjunto de condiciones de la vida social que hacen posible a las asociaciones y a cada uno de sus miembros el logro más pleno y más fácil de la propia perfección,” (No.156) explicando cómo debemos entender lo que eso significa en el mundo actual.

El bien común presupone el respeto a la persona humana en cuanto tal, con derechos básicos e inalienables ordenados a su desarrollo integral. También reclama el bienestar social y el desarrollo de los diversos grupos intermedios, aplicando el principio de la subsidiariedad. Entre ellos destaca especialmente la familia, como la célula básica de la sociedad (No. 157).

En consecuencia, el bien común se centra en el respeto y la dignidad de cada ser humano y su derecho a crecer y desarrollarse. Pero el bien común va más allá del individuo, y abarcando la sociedad como un conjunto.

Reconociendo que la sociedad es dinámica y está sujeta a interrupciones debido a las desigualdades y el desequilibrio, el Santo Padre advierte que “el bien común requiere la paz social, es decir, la estabilidad y seguridad de un cierto orden, que no se produce sin una atención particular a la justicia distributiva, cuya violación siempre genera violencia. Toda la sociedad –y en ella, de manera especial el Estado– tiene la obligación de defender y promover el bien común” (No. 157).

La realidad dista mucho del ideal y el Papa pinta una vívida imagen del mundo actual: “En las condiciones actuales de la sociedad mundial, donde hay tantas inequidades y cada vez son más las personas descartables, privadas de los derechos humanos básicos, el principio del bien común se convierte inmediatamente, como lógica e ineludible consecuencia, en un llamado a la solidaridad y en una opción preferencial por los más pobres” (No. 158).

Sin embargo, no podemos pensar sólo en nosotros mismos y en nuestra situación contemporánea; debemos ser conscientes de nuestra deuda con el futuro. El Papa Francisco nos recuerda que “La noción de bien común incorpora también a las generaciones futuras. Las crisis económicas internacionales han mostrado con crudeza los efectos dañinos que trae aparejado el desconocimiento de un destino común, del cual no pueden ser excluidos quienes vienen detrás de nosotros. Ya no puede hablarse de desarrollo sostenible sin una solidaridad intergeneracional. Cuando pensamos en la situación en que se deja el planeta a las generaciones futuras, entramos en otra lógica, la del don gratuito que recibimos y comunicamos” (No. 159).

Así el Santo Padre describe la base de las raíces éticas y espirituales de los problemas ambientales, que requieren soluciones no sólo en la tecnología sino también un cambio en la humanidad; de lo contrario solamente estaremos tratando los síntomas.

Examinaremos dichos problemas ambientales y las soluciones propuestas por el Papa en futuros blogs.

—

Crédito fotográfico: Sreyena, a la derecha, junto a su hermana Salim paradas frente a su casa cerca del basurero donde buscan metal, plástico, vidrio y cualquier cosa que puedan vender a un reciclador para conseguir dinero. Cada niño consigue recaudar unos $10 al mes en el basurero para ayudar a sus familias. Ellas no cuentan con agua ni electricidad. (Cortesía  de anewdaycambodia.org)

Filed Under: Papa Francisco Tagged With: Laudato Si

Laudato Si’: Llamado del Papa Francisco a una “Conversión ecológica global”

junio 18, 2015 By Bishop Kevin J. Farrell

Laudato Si': Llamado del Papa Francisco a una "Conversión ecológica global"

La tan esperada y anunciada encíclica pastoral del Papa Francisco, Laudato Si’ fue publicada esta mañana haciendo un llamado a una “conversión ecológica global,” basada en limitar el uso de recursos no renovables y la reutilización y reciclaje de materiales para preservar los recursos para las generaciones presentes y futuras.

Aunque se trata de un documento pastoral y no político, la encíclica, sin embargo, hace un llamado al diálogo en referencia a los temas que trata; el cambio climático, la contaminación y la necesidad de un cambio radical en nuestra relación con nuestro planeta tierra. Lo cual seguramente desencadenará una enérgica respuesta internacional.

Tomando su nombre, Laudato Si’ (Alabado seas), de la invocación del Cántico de las Creaturas de San Francisco de Asís, la encíclica, como el cántico, hace hincapié en que “la creación sólo puede ser entendida como un don que surge de la mano abierta del Padre de todos, como una realidad iluminada por el amor que nos convoca a una comunión universal” (No. 76).

Refiriéndose a la referencia que hace el cántico a la “hermana tierra,” el comienzo de la encíclica recuerda a los lectores que, “Esta hermana clama por el daño que le provocamos a causa del uso irresponsable y del abuso de los bienes que Dios ha puesto en ella. Hemos crecido pensando que éramos sus propietarios y dominadores, autorizados a expoliarla. La violencia que hay en el corazón humano, herido por el pecado, también se manifiesta en los síntomas de enfermedad que advertimos en el suelo, en el agua, en el aire y en los seres vivientes” (No. 2).

Identificando el cambio climático como “un problema global con graves dimensiones ambientales, sociales, económicas, distributivas y políticas, y plantea uno de los principales desafíos actuales para la humanidad.” Los peores impactos probablemente recaerán en las próximas décadas sobre los países en desarrollo. Muchos pobres viven en lugares particularmente afectados por fenómenos relacionados con el calentamiento, y sus medios de subsistencia dependen fuertemente de las reservas naturales y de los servicios ecosistémicos, como la agricultura, la pesca y los recursos forestales” (No. 25).

La Contaminación del aire, el agua y el medio ambiente causada por cientos de toneladas de desperdicios generados a través de los años, muchos de los cuales no son biodegradables, ha, de acuerdo a la encíclica, hecho que la tierra se parezca cada vez más en un inmenso depósito de porquería” (No. 21). El problema está, “estrechamente vinculado a una cultura del descarte que afecta a los excluidos al reducir rápidamente las cosas a deshecho.”

Laudato Si’ es realmente es un examen de conciencia y pide que cada uno de nosotros se pregunte: “¿Qué tipo de mundo queremos dejar a quienes nos sucedan, a los niños que están creciendo?” (No. 160).

En mi opinión, la importancia de esta Encíclica como enseñanza Cristiana y llamado de atención a la realidad de una inminente catástrofe ecológica que no podemos pasar por alto. Tengo pensado dedicar una serie de futuros blogs a Laudato Si’ y al significado de esta importante Encíclica papal.

—

Crédito fotográfico: Jason Samfield kris kron Flickr

 

 

Filed Under: Papa Francisco Tagged With: Ecología, Laudato Si

¿Porque una encíclica sobre ecología?

junio 12, 2015 By Bishop Kevin J. Farrell

20150612-ecology-esSe ha escrito y transmitido abundantemente en los medios de comunicación acerca de la próxima encíclica del Papa Francisco sobre ecología (“Laudato Si, sobre el cuidado de la casa común”). Debido a que es probable que haya muchos giros en el documento por varios individuos y grupos, creo que resulta importante presentar algunos puntos para ayudar a Católicos y a otros a tener la encíclica en perspectiva.

Reafirmando una larga tradición de enseñanza Católica en referencia al cuidado de la creación de Dios, el Papa Francisco, como pastor, está abordando una cuestión moral, explicando como ésta afecta la salud y la misma vida de las personas, particularmente la de los pobres y vulnerables. La encíclica es un documento pastoral no una declaración política.

Las cuestiones relacionadas a la ecología son a corto y largo plazo. La calidad de vida de millones de personas es disminuida como resultado del estado actual de la ecología mundial y las generaciones futuras sufrirán aún más si la situación no es abordada con prontitud.

“La creación no es una propiedad, de la cual podemos disponer a nuestro gusto,” expresó el Santo Padre en una Audiencia en mayo del año pasado, “ni, mucho menos, es una propiedad de sólo unos pocos: la creación es un don, es un don maravilloso que Dios nos ha dado para que cuidemos de ella y la utilicemos en beneficio de todos, siempre con gran respeto y gratitud.”

La Iglesia tiene la obligación de llevar su voz profética a las instituciones de poder cuando percibe una amenaza inminente a la ecología y su impacto a un número incontable de personas. Ese es el propósito de la próxima encíclica del Papa Francisco.

“¡El que tenga oídos, que oiga!” (Mt 11,15)

—

Crédito fotográfico: pavel ahmed en Flickr

Filed Under: Papa Francisco Tagged With: Ecología, Encíclica, Laudato Si

Obispo Farrell en Twitter

Seguir a @ObispoFarrell

Acerca del Obispo Farrell

El Obispo Kevin Farrell fue nombrado Séptimo Obispo de la Diócesis de Dallas el 6 de Marzo de 2007 por el Papa Benedicto XVI.
   
INFORMACIÓN ADICIONAL ACERCA DEL OBISPO FARRELL

Entradas Recientes

  • Homilía del Obispo Farrell en la Misa de Acción de Gracias
  • Prefecto del Nuevo Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida
  • Simples actos de bondad
  • La oración no necesita palabras, solo necesita fe
  • Baton Rouge

Bishop's Favorite Sites

  • Bishop Farrell Invitational
  • Bishop's Annual Appeal
  • Catholic Charities of Dallas
  • Catholic Diocese of Dallas
  • Catholic News Service
  • Catholic Pro-Life Committee
  • Catholic Schools of Dallas
  • Our Faith Our Future
  • The Catholic Foundation
  • The Vatican
  • USCCB

Sitius favoritos del Obispo

  • Campaña Anual del Obispo
  • Comité Católico Pro-Vida
  • El Vaticano