Dudo que algún documento papal haya tenido el impacto o el elevado número de lectores que ha logrado la Exhortación Apostólica del Papa Francisco, Evangelii Gaudium. Este documento ha cambiado el diálogo político en referencia a los pobres, la disparidad en los ingresos y la desigualdad en ambos.
Lo que resulta interesante es que lo que nos ha enseñado el Papa Francisco en referencia a estos temas ha sido incluido en numerosos documentos papales, lo que demuestra la influencia que tiene quien envía el mensaje en la recepción del mismo. Por supuesto, debemos admitir que las encíclicas papales así como otros documentos en el pasado tendían a ser extremadamente elaborados en comparación con el lenguaje sencillo y la claridad con la que el Santo Padre nos habla en Evangelii Gaudium.
Para los medios de comunicación, los papas anteriores al Papa Francisco hicieron noticia más por lo que hicieron que por lo que enseñaron. El Papa Francisco, sin embargo, ha tocado las fibras más sensibles no sólo de los medios de comunicación y de algunos políticos, sino también de los Católicos e incluso los no creyentes alrededor del mundo. Su estilo y su sencillez han causado que reciba el sobrenombre de “párroco del mundo”.
En menos de un año, nuestro Santo Padre ha cambiado la imagen de la Iglesia Católica. ¿Quién lo hubiera creído? El Espíritu de Dios se mueve en formas extrañas y maravillosas.