En un comunicado sorprendente a la conclusión de su homilía este viernes, el Papa Francisco proclamó un Jubileo extraordinario; un Año que será llamado Año Santo de la Misericordia. El cual comenzará el próximo 8 de diciembre, Fiesta de la Inmaculada Concepción y terminará en la Fiesta de Cristo Rey, el 20 de noviembre de 2016.
Expresando su intención de que el Año Santo de la Misericordia pueda comenzar “una nueva etapa del camino de la Iglesia en su misión de llevar a cada persona el Evangelio de la misericordia,” el Papa añadió, “queremos vivir este Año a la luz de la palabra del Señor: “Sean misericordiosos como el Padre es misericordioso” (cfr. Lc 6,36).
La misericordia ha sido el énfasis del papado del Santo Padre, y aunque se esperaba el anuncio de un Año Santo, no se esperaba la elección de la misericordia como su tema central. El Papa concluyó, “Estoy convencido que toda la Iglesia, que tiene tanta necesidad de recibir misericordia porque somos pecadores, podrá encontrar en este Jubileo la alegría para redescubrir y hacer más fecunda la misericordia de Dios, con la cual todos estamos llamados a dar consolación a cada hombre y a cada mujer de nuestro tiempo. No olvidemos que Dios perdona todo, y que Dios perdona siempre. No nos cansemos de pedir perdón. Confiemos este año desde ahora a la Madre de la Misericordia, para que dirija a nosotros su mirada y vele sobre nuestro camino.”
Un Año Santo es un año de bendiciones especiales e incluye eventos especiales en Roma iniciando con la apertura de las Puertas Santas en la Basílica de San Pedro el 8 de diciembre, las cuales son abiertas solamente durante los Años Jubilares. Habrá celebraciones especiales en la Catedral y en nuestras parroquias en la Diócesis de Dallas, las cuales serán anunciadas próximamente.
Pido que cada uno de ustedes una sus oraciones a las del Santo Padre para que este sea un año de bendiciones especiales y de un aumento en la proclamación y fervor del amor misericordioso de Dios.