Al realizar una peregrinación compasiva a la isla griega de Lesbos por invitación del Arzobispo Griego Ortodoxo Jerónimo II en la compañía del Patriarca Ecuménico Bartolomé I, el Papa Francisco mostró, una vez más, que la misericordia es algo que va más allá de la simpatía e incluso la empatía y que requiere de acción.
Los tres jerarcas hicieron una petición conjunta a los países europeos a abrir sus fronteras a miles de refugiados del Medio Oriente detenidos en Grecia. Luego, en un gesto extraordinario, el Santo Padre trasladó a Roma a tres familias de refugiados sirios como huéspedes del Vaticano.
En el vuelo de regreso, se le preguntó al Papa si su reciente exhortación apostólica ofrece alguna esperanza de volver a la Eucaristía a los Católicos divorciados vueltos a casar sin haber anulado su matrimonio. La respuesta del Papa Francisco fue ‘sí’, mencionando al corresponsal las palabras del Cardenal Christoph Schönborn cuando el Arzobispo de Viena presentó Amoris Laetitia en una conferencia de prensa vaticana el 7 de abril. Puesto que muchos han hecho esta misma pregunta, les ofrezco una cita de algunas de las reflexiones del Cardenal Schönborn mencionadas por el Papa Francisco.
Estamos hablando de un proceso de acompañamiento y discernimiento que “oriente a estos fieles a la toma de conciencia de su situación ante Dios”. Sin embargo, el Papa Francisco también nos recuerda que “este discernimiento no podrá jamás prescindir de las exigencias de verdad y de caridad del Evangelio propuesto por la Iglesia”(AL, 300).
El Papa Francisco menciona dos posiciones erróneas. Una es la del rigor excesivo: “un pastor no puede sentirse satisfecho sólo aplicando leyes morales a quienes viven en situaciones “irregulares”, como si fueran piedras que se lanzan sobre la vida de las personas. Es el caso de los corazones cerrados, que suelen esconderse aun detrás de las enseñanzas de la Iglesia”(AL 305). Por otra parte, la iglesia no debe ciertamente nunca “renunciar a proponer el ideal pleno del matrimonio, el proyecto de Dios en toda su grandeza” (AL 307).
Naturalmente, esto plantea la pregunta: ¿Qué nos dice el Papa en relación al acceso de personas que viven en “situaciones irregulares” a los sacramentos? El Papa Benedicto XVI ya había mencionado que no existen “recetas sencillas” (AL 298, cita 333). El Papa Francisco reitera la necesidad de discernir cuidadosamente la situación, en consonancia con la Familiaris consortio de San Juan Pablo II (84) (AL 298). “El discernimiento debe ayudar a encontrar los posibles caminos de respuesta a Dios y de crecimiento en medio de los límites. Por creer que todo es blanco o negro a veces cerramos el camino de la gracia y del crecimiento, y desalentamos caminos de santificación que dan gloria a Dios”(AL 305). Él también nos recuerda una frase importante en Evangelii gaudium, 44: “un pequeño paso, en medio de grandes límites humanos, puede ser más agradable a Dios que la vida exteriormente correcta de quien transcurre sus días sin enfrentar importantes dificultades” (AL 305). En el sentido de este “via caritatis” (AL 306), el Papa afirma, de una manera humilde y sencilla, en una nota (351) que también puede darse la ayuda de los sacramentos “en ciertos casos”. Pero para este propósito él no nos ofrece casos de estudio o recetas, sino simplemente nos recuerda dos de sus famosas frases: ” Por eso, «a los sacerdotes les recuerdo que el confesionario no debe ser una sala de torturas sino el lugar de la misericordia del Señor” (EG, 44) y la Eucaristía “no es un premio para los perfectos sino un generoso remedio y un alimento para los débiles” (EG, 47).
¿Es un reto excesivo para pastores, guías espirituales y comunidades si el “discernimiento de las situaciones” no está regulado más adecuadamente? El Papa Francisco reconoce esta preocupación: ” Comprendo a quienes prefieren una pastoral más rígida que no dé lugar a confusión alguna”(AL 308). Sin embargo, él desafía a esto, destacando que ” Ponemos tantas condiciones a la misericordia que la vaciamos de sentido concreto y de significación real, y esa es la peor manera de licuar el Evangelio”(AL 311)
El Papa Francisco confía en la “alegría del amor”. El amor es capaz de encontrar el camino. Es la brújula que nos muestra el camino. Es la meta y el camino, porque Dios es amor y el amor es de Dios. Nada es más exigente que el amor. No se pueden obtener barato. Por lo tanto, nadie debe tener miedo que Papa Francisco nos invita, con Amoris Laetitia, tomar un camino demasiado fácil. El camino no es fácil, pero está lleno de alegría!
Para quienes deseen leer el texto completo del documento del Papa, éste se encuentra disponible en www.cathdal.org/alegriadelamor. Los invito a hacerlo. El Cardenal Schönborn nos dice, “es necesario decir que los documentos de la Iglesia muchas veces no pertenecen a uno de los géneros literarios más accesibles. Amoris Laetitia es legible, y quienes no son disuadidos por su longitud encontrarán gozo en su concreción y realismo. El Papa Francisco habla de las familias con una claridad que no es fácil encontrar en los documentos magisteriales de la Iglesia”.