En el nuevo libro del Papa Francisco, su primer libro desde su elección a la Silla de Pedro, el Papa explica por qué la misericordia se ha convertido en el sello de su papado y cómo es que se ha convertido en el título de su libro, El Nombre de Dios es Misericordia.
Recordando las palabras del Papa Benedicto, “Misericordia” señala el Papa Francisco, “es en realidad el núcleo del mensaje del Evangelio; es el nombre de Dios, el rostro con el que se reveló en el Antiguo Testamento y plenamente en Jesús Cristo, [la] encarnación del Amor Creativo y Redentor. Este amor de misericordia también ilumina el rostro de la Iglesia, y se manifiesta a través de los sacramentos, en particular en el de la Reconciliación, así como en obras de caridad, tanto comunitarias como individuales. Todo lo que la iglesia dice y hace muestra que Dios siente misericordia por el hombre”.
Como discípulos, individualmente como Cristianos y como Iglesia, somos instrumentos de la misericordia de Dios en el mundo actual. Estamos llamados, “a ser instrumentos de misericordia porque fuimos nosotros quienes primero recibimos la misericordia de Dios. Ser generoso con los demás, sabiendo que Dios nos colma de bondad con su inmensa generosidad”.
Esto es especialmente cierto en el Sacramento de la Reconciliación, donde, “los apóstoles y todos sus sucesores—los obispos y sus colaboradores los sacerdotes—se convierten en instrumentos de la misericordia de Dios”. Actúan in persona Christi, en la persona de Cristo, para ser mediadores en el perdón de Dios. “¡El Señor no se cansa de perdonar: nunca! Somos nosotros os que nos cansamos de pedirle perdón. Necesitamos pedir la gracia que no se cansa de pedir perdón porque él nunca se cansa de perdonar”.
El Santo Padre cuenta que en cierta ocasión le dijo un sacerdote, “Perdono mucho y a veces tengo dudas. Me pregunto, ¿he perdonado demasiado? –Hablamos acerca de la misericordia y le pregunté lo que hizo cuando tenía esas dudas”. Esto es lo que le respondió: “voy a la capilla y frente al tabernáculo le digo a Jesús: ‘Señor, perdóname si he perdonado demasiado. ¡Pero tú me pusiste el mal ejemplo!’ ”
Cuando Pedro preguntó cuántas veces debía perdonar a alguien, Jesús dijo, no siete veces sino setenta veces siete (Mt 18,22), en otras palabras, siempre.
El libro del Santo Padre será una maravillosa lectura de Cuaresma (y para siempre). Ya se encuentra disponible en librerías y en línea en formatos libro y eBook.
Les estaré escribiendo más acerca de él durante la temporada de Cuaresma.
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