Al concluir su visita de seis días a México, el Papa Francisco celebró la Misa a poca distancia de la frontera con los Estados Unidos y pidió misericordia y compasión al tratar con la abrumadora avalancha de refugiados, no sólo en los Estados Unidos, sino también en Europa, África y el Medio Oriente. En su peregrinación por Mexico, el Santo Padre atravesó el país de frontera a frontera, haciendo un llamado a poner fin a la explotación de trabajadores, la desigualdad, la corrupción, el tráfico de drogas y la pobreza.
No resulta extraño que algunos políticos americanos hayan acusado al Papa de entrometerse en la política de los Estados Unidos al destacar la difícil situación de los refugiados. Desde luego que el Santo Padre ha dicho palabras similares en los más de 20 países que ha visitado en Asia, Europa, África y las Américas. Dichas palabras reflejan su visión del mundo de la universalidad del sufrimiento y son consideradas políticas por los que ven sólo a través del prisma de su propio interés.
La votación temprana en las elecciones primarias del 1ero. de Marzo comienza mañana en Texas donde los ciudadanos ejercen la ley más fundamental de la ciudadanía en nuestra sociedad, la de votar por los candidatos para puestos públicos.
Para los Católicos, votar es más que un acto ciudadano – es inherentemente un acto de discipulado. Es una acción espiritual y moral que debe ir más allá de los partidos políticos y del interés propio basada en el discernimiento orante del bien común.
En su discurso al Congreso del año pasado, el Papa Francisco expresó que “construir un futuro de libertad requiere amor y cooperación en pos del bien común…” Preocupación por el bien común o cooperación que ha insuficiente o ha sido ahogada por los encuentros estridentes de los candidatos presidenciales en la etapa de debate y en la campaña electoral.
Lamentablemente, ha habido muy poco debate sustancial de los graves problemas extranjeros y nacionales que enfrenta nuestra nación. Los obispos americanos han emitido el documento Formando la Conciencia para ser Ciudadanos Fieles que aborda cuestiones clave basadas en los valores del Evangelio.
Elegir al presidente de los Estados Unidos no es una competencia entre dos equipos partidistas, uno bueno y otro malo, con toda la gratificación visceral que trae una competencia. Es un depósito sagrado que no debe ser violado por trivializado.
La ética del discipulado en las urnas se encuentra no en abrazar cualquier tema o conjunto de temas sino en un proceso de discernimiento en forma orante que requiere preocupación por el bien común. Se debe dar especial importancia a los pobres, los no nacidos, los vulnerables y los marginados en lugar de grupos o partidos de especial interés.
Oremos para que Dios, nuestro Padre Celestial siga llenando de bendiciones y guiando a los líderes y personas de nuestro gran país.
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Image Credit: IIP Photo Archive on Flickr
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