Nuestra primera respuesta ante la terrible noticia de París es implorar “¡Dios mío!”
La barbarie incalificable de la masacre y mutilación de cientos de mujeres y hombres inocentes en París por los terroristas del estado islámico paraliza la mente. Esta increíble crueldad es mucho peor debido a que se realizó en nombre de Dios. En las palabras del Papa Francisco, “no hay justificación religiosa o humana para esto”.
Es de humanos sentir coraje y sentimientos de venganza, pero la venganza sólo aumentará el ciclo de violencia que azota al mundo. Una de las principales causas de violencia y brutalidad es el hecho de que 1.3 billones de personas viven en una extrema pobreza que alimenta la desesperanza y desesperación. La desesperanza fermenta y genera soluciones desesperadas.
Debemos orar por los líderes de Francia y otras naciones para que se encuentren un camino justo y adecuado que acabe con esta oscuridad que está asolando al mundo.
Que Dios lleve consuelo a las familias y amigos de las víctimas de este horror mientras nosotros nos unimos a ellos en oración por los seres queridos que han perdido.
—
Crédito Fotográfico – “Torre Eiffel desde los Jardines del Campo de Marte, 2 de agosto de 2015”-Wikimedia Commons
This post is also available in/Esta entrada también está disponible en: Inglés