La tan esperada y anunciada encíclica pastoral del Papa Francisco, Laudato Si’ fue publicada esta mañana haciendo un llamado a una “conversión ecológica global,” basada en limitar el uso de recursos no renovables y la reutilización y reciclaje de materiales para preservar los recursos para las generaciones presentes y futuras.
Aunque se trata de un documento pastoral y no político, la encíclica, sin embargo, hace un llamado al diálogo en referencia a los temas que trata; el cambio climático, la contaminación y la necesidad de un cambio radical en nuestra relación con nuestro planeta tierra. Lo cual seguramente desencadenará una enérgica respuesta internacional.
Tomando su nombre, Laudato Si’ (Alabado seas), de la invocación del Cántico de las Creaturas de San Francisco de Asís, la encíclica, como el cántico, hace hincapié en que “la creación sólo puede ser entendida como un don que surge de la mano abierta del Padre de todos, como una realidad iluminada por el amor que nos convoca a una comunión universal” (No. 76).
Refiriéndose a la referencia que hace el cántico a la “hermana tierra,” el comienzo de la encíclica recuerda a los lectores que, “Esta hermana clama por el daño que le provocamos a causa del uso irresponsable y del abuso de los bienes que Dios ha puesto en ella. Hemos crecido pensando que éramos sus propietarios y dominadores, autorizados a expoliarla. La violencia que hay en el corazón humano, herido por el pecado, también se manifiesta en los síntomas de enfermedad que advertimos en el suelo, en el agua, en el aire y en los seres vivientes” (No. 2).
Identificando el cambio climático como “un problema global con graves dimensiones ambientales, sociales, económicas, distributivas y políticas, y plantea uno de los principales desafíos actuales para la humanidad.” Los peores impactos probablemente recaerán en las próximas décadas sobre los países en desarrollo. Muchos pobres viven en lugares particularmente afectados por fenómenos relacionados con el calentamiento, y sus medios de subsistencia dependen fuertemente de las reservas naturales y de los servicios ecosistémicos, como la agricultura, la pesca y los recursos forestales” (No. 25).
La Contaminación del aire, el agua y el medio ambiente causada por cientos de toneladas de desperdicios generados a través de los años, muchos de los cuales no son biodegradables, ha, de acuerdo a la encíclica, hecho que la tierra se parezca cada vez más en un inmenso depósito de porquería” (No. 21). El problema está, “estrechamente vinculado a una cultura del descarte que afecta a los excluidos al reducir rápidamente las cosas a deshecho.”
Laudato Si’ es realmente es un examen de conciencia y pide que cada uno de nosotros se pregunte: “¿Qué tipo de mundo queremos dejar a quienes nos sucedan, a los niños que están creciendo?” (No. 160).
En mi opinión, la importancia de esta Encíclica como enseñanza Cristiana y llamado de atención a la realidad de una inminente catástrofe ecológica que no podemos pasar por alto. Tengo pensado dedicar una serie de futuros blogs a Laudato Si’ y al significado de esta importante Encíclica papal.
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Crédito fotográfico: Jason Samfield kris kron Flickr
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