El 26 de abril es el Día Mundial de Oración por las Vocaciones. Viene justo después de un informe que muestra un incremento significativo en las ordenaciones sacerdotales.
EL Padre de la Santa Cruz Patrick Peyton, el famoso Padre Rosario, utilizó como su máxima, “más de las cosas en las que sueña este mundo son labradas por la oración.” La verdad y la sabiduría de este refrán son confirmadas por el dramático incremento en el número de sacerdotes que serán ordenados en los Estados Unidos este año.
De acuerdo con un Centro de Investigación Aplicada al Apostolado (CARA) en la clase de ordenación de 2015, el número de ordenaciones aumentará casi un 25 por ciento este año en comparación al 2014. El informe revela que 595 nuevos sacerdotes serán ordenados en los Estados Unidos este año en comparación con los 477 ordenados el año pasado, un aumento del 24.7 por ciento.
La encuesta de CARA a los ordenandos indica que la mayoría de los hombres tenían unos 17 años la primera vez que consideraron una vocación al sacerdocio. Sin embargo, más de la mitad (60%) terminó sus estudios universitarios antes de entrar al seminario, de los cuales el 15% contaba con un título de posgrado. Más de un cuarto de los ordenandos tenía deudas de préstamos de estudiantes con un promedio de $22,500 cuando entraron en el seminario. Su edad promedio es de 34.
Más de la mitad (51%) asistieron a una escuela primaria Católica. También era más probable que hubieran asistido a una escuela Preparatoria Católica y 45 por ciento de los que asistieron a la universidad, asistieron a una institución Católica.
La mayoría han sido Católicos desde la infancia pero el 7 por ciento son convertidos a la Fe. Ochenta y cuatro por ciento de sus padres eran ambos Católicos y más de un tercio (37%) tiene un familiar sacerdote.
Ocho de cada diez (78 por ciento) habían sido servidores del altar y más de la mitad (51%) había servido como lector. La gran mayoría (71%) fueron alentados por su párroco, cerca de la mitad por amigos (46%) y feligreses (45%) y por sus madres (40%).
Aunque estas cifras son esperanzadoras, están muy por debajo de satisfacer las necesidades de sacerdotes en nuestro país.
Fue el Señor quien nos dijo: “La cosecha es abundante, pero los trabajadores son pocos. Rueguen al dueño de los sembrados que envíe trabajadores para la cosecha” (Mt 9,37-38).
Su comunidad parroquial debe orar unida por las vocaciones cuando se reúna porque “yo haré todo lo que ustedes pidan en mi Hombre, para que el Padre sea glorificado en el Hijo” (Jn, 14, 13).
Resulta más importante que nunca reconocer que cada uno de nosotros debe orar por las vocaciones. Y también debemos animar personalmente a los jóvenes que conocemos, especialmente los miembros de nuestras familias, a considerar el sacerdocio o una vida religiosa consagrada al servicio a Cristo en Su Iglesia.
This post is also available in/Esta entrada también está disponible en: Inglés