Tenemos un Papa que predica con el ejemplo. Si usted es un frecuente lector de este blog, no es ajeno de la dedicación que el Papa Francisco tiene por el cuidado de los marginados; los pobres, los indigentes y los abandonados.
En su mensaje de Cuaresma, el Papa Francisco hizo un llamado urgente a las parroquias y comunidades a convertirse en “islas de misericordia en medio del mar de la indiferencia.” A modo de ejemplo, el Santo Padre ha hecho del Vaticano una “isla de misericordia” en el corazón de Roma, donde el 0.11% de la población vive en la calle.
Con frecuencia, el Papa Francisco ha invitado a personas pobres de la calle a desayunar con él y hasta ha incluido a sus perros. El pasado mes de noviembre, él prometió que este mes abriría duchas y sitios para cambiarse en el Vaticano. A las cuales, la semana pasada, agregó barberos y peluqueros, y todo por el cuidado de pobres y desamparados. Esto se llama mostrar el camino.
El sábado por la noche, un numeroso grupo de personas escuchó el mensaje del Papa y respondió. La Gala Anual de Caridades Católicas, que apoya la labor caritativa de la agencia en nuestra diócesis, contó con la asistencia de más de mil personas generosas, quienes actuaron donando decenas de miles de dólares en apoyo de los más necesitados.
El lema del evento: No preguntamos que si eres Católico… solo preguntamos cómo podemos ayudarte. Agradezco a Caridades Católicas, a nuestros patrocinadores y a todos los que con su asistencia hicieron de esta noche todo un éxito.
Crédito Fotográfico: Página de Facebook de Caridades Católicas
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