Al inicio de cada sesión del Sínodo Extraordinario de los Obispos, los Padres Sinodales reciben una información muy valiosa. Viene de uno de los 12 matrimonios auditores que participan en este Sínodo. Ellos les darán su perspectiva de las necesidades pastorales de las familias basadas en su experiencia personal. Escuchar a las parejas provenientes de todas partes del mundo compartir su perspectiva personal de espiritualidad conyugal, sexualidad, control de la natalidad, niños, incluyendo aquellos que han escogido un estilo de vida gay o lesbiana y el dolor de la separación y el divorcio, ha sido un curso en Realidad 101 para los Padres Sinodales.
Resulta interesante comparar el enfoque a las necesidades pastorales de la familia en este Sínodo Extraordinario con el enfoque adoptado en el Concilio Vaticano II. Para comenzar, a diferencia del Sínodo, el control de la natalidad artificial fue retirado de la mesa por el Papa Pablo VI. Comparado con los 12 matrimonios presentes en el sínodo extraordinario, sólo hubo un matrimonio entre los auditores del Concilio Vaticano II. Pepe y Luzma Álvarez-Icaza, de la Ciudad de México, estuvieron presentes en las terceros y cuarta sesiones y contribuyeron en las reuniones del comité, pero no en la asamblea de los Padres Conciliares.
Sería injusto sugerir que los obispos del Sínodo no tenían ningún conocimiento de los desafíos que enfrentan las familias en la actualidad, pero escuchar declaraciones tan honestas de parte de parejas de tantas partes del mundo muestra la realidad de su necesidad pastoral de manera contundente. También contradice una tendencia entre numerosos obispos de desestimar, como únicamente norteamericanas, muchas dificultades que enfrentan las familias.
Los Padres Conciliares del Concilio Vaticano II abordaron el tema de la familia, principalmente en términos de espiritualidad conyugal, amor conyugal y como principales educadores de sus hijos, pero realizaron pocos esfuerzos en abordar situaciones que resultan tan apremiantes en la actualidad y que no estaban al centro del escenario hace 50 años.
Para su mérito, el Papa Francisco pidió honestidad. Y parece ser que eso mismo está recibiendo de parte de las parejas de auditores. Les pido que me acompañen a orar continuamente por el éxito de este Sínodo tan importante.
Crédito de la Imagen: CNS photo/Paul Haring
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