En su mensaje de Cuaresma, el Papa Francisco nos hace un llamado a abrazar la verdadera pobreza a través de la “imitación de Cristo, quien se hizo pobre para enriquecernos con su pobreza.” La verdadera pobreza está basada en la generosidad y la auto-negación, “y nos libera para ayudar a enriquecer a otros.”
Esta pobreza no es lo mismo que la miseria. La miseria “es la pobreza sin confianza, sin solidaridad, sin esperanza.” Como discípulos estamos llamados a imitar a Cristo tratando de llegar hasta quienes sufren de miseria material, moral y espiritual.
Que la auto-negación y la auto-entrega sea nuestro reto durante esta Cuaresma, que seamos capaces de sanar las heridas de los demás con la misericordia y compasión de Jesús. Porque “amando y ayudando a los pobres amamos y servimos a Cristo.”
Estamos llamados a “desgarrar nuestros corazones” con las Escrituras Hebreas (Joel 2:13). En preparación a la Semana Santa y la Pascua, durante los Domingos de Cuaresma, mi blog consistirá en pequeñas reflexiones acerca de los Salmos de la temporada.
Le pido a Dios que nuestro camino cuaresmal sea fructífero y compasivo.
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