En su Ángelus a principios de esta semana, el Papa Francisco nos recordó que ser misioneros evangelistas no significa llevar a Dios a otros, ¡Dios ya están ahí esperando ser descubierto! Las semillas del Espíritu, agregó, han sido regadas por todas partes y están listas para florecer.
No he visto ningún mejor ejemplo del florecimiento de las semillas del Espíritu que la reacción del mundo a las palabras y testimonio del Papa Francisco. Solo hay que ver cómo ha cambiado la opinión pública mundial acerca del Papado y el catolicismo.
Las semillas del Espíritu han florecido en los medios de comunicación y en los corazones y mentes de las personas que han escuchado al Santo Padre pedirles que vivan con simplicidad y pobreza voluntaria y llamando a la Iglesia a convertirse en el hospital de campo ofreciendo la misericordia y compasión de Jesús a quienes sufren.
Las semillas del Espíritu están en todas partes, en los jóvenes que buscan el sentido de la vida, en las personas que se han distanciado de Jesús, en los afligidos y los cansados, y cada uno de ellos esta esperando verlas florecer a través del testimonio del verdadero discipulado.
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