Si alguien se sorprendió al ver la lista de los 19 nuevos cardenales anunciada por el Papa Francisco el domingo pasado, significa que ha estado viviendo en otro planeta durante los últimos 10 meses y medio. Al anunciar los nombres el domingo, el Papa explicó que su intención es reconocer que la Iglesia es verdaderamente Católica (en todo el mundo). El Papa Francisco señaló que los nuevos cardenales “procedentes de 12 países alrededor del mundo representan la profunda relación eclesial entre la Iglesia de Roma y las iglesias alrededor del mundo.”
Al ser leídos los nombres con toda probabilidad hubo muchos desilusionados y desde luego algunas sorpresas. La lista incluía sólo cuatro cardenales de la Curia Vaticana, la cual normalmente aporta un gran número de cardenales. Además, solamente hubo un italiano nombrado en el grupo y normalmente son los italianos quienes dominan el número de cardenales en el colegio. Diez de los nuevos cardenales provienen de sitios fuera de Europa donde nunca habian tenido un cardenal. Entre los más decepcionados se encontraban muchos en los Estados Unidos, quienes habían esperado al menos uno de los varios posibles nuevos birretes rojos. El único nombre en la lista proveniente de América del Norte fue el del Arzobispo Gérald Lacroix de Québec.
El Papa Francisco eligió a tres Arzobispos de más de 80 años en reconocimiento a su distinguido servicio a la Santa Sede y a la Iglesia.
Estos nombramientos indican que el Papa Francisco continúa cambiando el liderazgo de la Iglesia del centro hacia las periferias, un cambio que se hizo evidente por primera vez al seleccionar a los ocho cardinales asesores y que se vuelve aún más claro con la distribución geográfica de los nuevos cardenales electos.
This post is also available in/Esta entrada también está disponible en: Inglés