En un blog anterior sugerí que, para muchos, el Catolicismo, en lugar de ser una comunidad de pecadores proclamando el amor y la misericordia de Dios, es una religión cuyas enseñanzas comienzan con prohibiciones.
Ayer, me sentí muy contento al leer que el Papa Francisco hizo la misma observación de una manera mucho más simple y elocuente. La Iglesia no es un cuerpo de doctrinas dogmáticas ni una mezcla heterogénea de la cual podemos elegir lo que queremos predicar, sino la Palabra de Dios, la cual debe ser proclamada en su plenitud.
Cada uno de nosotros debe resistir la tentación de elegir una enseñanza particular como la piedra angular de nuestra Iglesia mientras que consideramos que otras enseñanzas son menos importantes. Al hacer esto, distorsionamos y traicionamos el mensaje del Evangelio y la imagen de la Iglesia y también nos mentimos a nosotros mismos.
Si estamos en desacuerdo con las enseñanzas del Santo Padre, no necesitamos un nuevo Papa, necesitamos una nueva actitud.
Los exhorto a leer la entrevista completa del Papa para descubrir al hombre excepcional que Dios ha elegido para dirigir nuestra Iglesia. http://www.americamagazine.org/Pope-Interview
Crédito de la Imagen: foto de CNS/Stefano Rellandini, Reuters
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