Al conmemorar el Día del Trabajo, el cual honra la dignidad y la contribución laboral en nuestra sociedad, no podemos sino percatarnos de la situación de tantos trabajadores en Norteamérica. En nuestra Declaración del Día del Trabajo, los Obispos de los Estados Unidos tomamos nota de esta situación:“Este Día del Trabajo, nuestro país continua luchando con una economía quebrantada que no está produciendo suficientes empleos decentes. Millones de estadounidenses sufren desempleo o subempleo, o viven en la pobreza pues sus necesidades básicas con demasiada frecuencia no son satisfechas. Esto representa una seria falla económica y moral para nuestra nación. Como personas de fe, estamos llamados a estar con los que han quedado atrás, ofrecer nuestra solidaridad y unir fuerzas con “los más pequeños de estos” para ayudar a satisfacer sus necesidades básicas. Buscamos una renovación económica nacional que ponga a las personas que trabajan y sus familias en el centro de la vida económica.” Esto me recuerda una historia del Presidente Franklin Delano Roosevelt, quien le preguntó a un oficial gubernamental durante la Gran Depresión, “¿hay muchas personas pasando hambre?” a lo que el oficial respondió, “en general, las personas no tienen hambre”. El Presidente rápidamente le recordó, “mi amigo, las personas no pasan hambre en general, el hambre es algo muy particular.” Las estadísticas ocultan el sufrimiento humano que representan. El desempleo es una cosa muy particular, es un padre o una madre soltera que ve sufrir a su familia; es un recién graduado con un préstamo estudiantil que sólo puede encontrar un trabajo con salario mínimo en un restaurante de comida rápida; es una familia que se ve obligada a dejar su hogar. Como individuos, como Iglesia, como sociedad estamos llamados a ofrecer ayuda individual siempre que sea posible en virtud del Evangelio. En este día del trabajo, ofrezcamos cada uno de nosotros nuestra ayuda a alguien, y comprometámonos a trabajar para que estos problemas humanos se resuelvan a nivel local, estatal y nacional.
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