La Epifanía del Señor, que tradicionalmente se celebra el 6 de Enero, será celebrada este año el domingo 8 de Enero. En la Epifanía celebramos la manifestación de nuestro Salvador al mundo, representado por los Reyes Magos, los tres hombres sabios de Oriente. Muchos Cristianos, especialmente las Iglesias de Occidente celebran esta festividad como el Bautismo del Señor y es una festividad tan importante como la Navidad.
Epifanía se deriva de la palabra griega manifestar o revelar y se refiere a la tradición del nacimiento de Jesús revelándolo como el Mesías al pueblo judío, pero la revelación de Jesús como Salvador fue manifestada al mundo posteriormente. Para la Iglesia de Occidente ocurrió con la llegada de los Reyes Magos en representación de todos los pueblos. Mientras la Iglesia de Oriente celebra esta manifestación durante su bautismo por San Juan Bautista.
¿Cuál es el mensaje para nosotros? La manifestación de Jesús como Salvador del mundo no solamente ocurrió hace
2000 años, sino que continúa día con día. Quienes manifiestan esa verdad en el presente, como lo han venido haciendo otros a través de la historia, ya no son los Reyes Magos o San Juan Bautista, sino los Cristianos con el ejemplo de sus vidas. El testimonio de nuestra vida puede manifestar a Jesús como Salvador u obscurecer esa divina realidad.
Tertuliano escribió en el segundo siglo acerca de la importancia de dar testimonio con nuestro diario vivir. Y nos relata cómo los paganos se admiraban al ver el amor y la fidelidad que se profesaban los cristianos que sufrían persecución, miren: decían, ‘el amor que se profesan unos a los otros’; ‘y como están dispuestos a morir los unos por los otros.’
Nuestra reflexión del Epifanía debe ser: ¿Manifestamos a través del testimonio de nuestras vidas a Jesús como Señor a través de nuestro amor y nuestro deseo de servir y hasta dar la vida por nuestro prójimo?

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