Cuando permitamos que la libertad resuene, cuando la dejemos resonar en cada pueblo y cada aldea, en cada estado y cada ciudad, podremos acelerar la llegada del día en el que todos los hijos de Dios, hombres negros y hombres blancos, Judíos y Gentiles, Protestantes y Católicos, serán capaces de unir las manos y cantar las palabras del viejo espiritual negro: “¡Al fin libres! ¡Al fin libres! ¡Gracias a Dios Todopoderoso, al fin somos libres!”
Martin Luther King, 28 de agosto de 1963
Estas palabras del discurso del Dr. Martin Luther King “Tengo un sueño,” en el monumento a Lincoln en 1963, nos recuerdan la belleza de la libertad, lo difícil que es obtenerla y con qué facilidad podemos perderla. La mayoría de las personas que viven en la actualidad no nacieron en la época en la que el Dr. King dirigió la lucha por la igualdad de “todos los hijos de Dios.”
El martirio del Dr. King y el trabajo de miles de personas por superar el racismo endémico de nuestra sociedad ha traído consigo muchos cambios, pero el sueño de Martin Luther King está muy lejos de ser una realidad y el horrible espectro del racismo aún acecha nuestra tierra.
Como cristianos nos corresponde enfrentar el racismo dondequiera que lo veamos. La libertad es de hecho difícil de obtener y fácil de perder, por lo que todos debemos luchar por ella.
Me gustaría aprovechar esta oportunidad para felicitar de una manera muy especial a nuestra Comunidad Católica Afroamericana por la gran propagación del evangelio. La comunidad obtuvo una donación de la Black and Indian Mission Collection para promover el programa “Ven a Casa esta Navidad” en la comunidad afroamericana. Con los fondos del donativo se compraron dos pantallas publicitarias “Ven a Casa”, una en la Interestatal 35E y otra en la Interestatal 20. Las pantallas fueron vistas por miles de conductores día con día. Además, siete parroquias se unieron al esfuerzo y colocan las invitaciones “Ven a Casa” en varios periódicos.
Aun cuando nuestra Comunidad Católica Afroamericana es pequeña, el impacto de su labor evangelizadora es enorme y representa un ejemplo para cada uno de nosotros.
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