Cada vez crece más y más el número de ministros laicos que ofrecen su tiempo y talentos al servicio de la Iglesia, por lo que es muy importante que reconozcamos su esfuerzo y su fiel servicio a nivel parroquial y diocesano.
Con este motivo, la semana pasada envié una carta a todos los sacerdotes anunciándoles que estableceremos el Premio del Obispo por su Servicio a la Iglesia. Este premio será otorgado a los hombres y mujeres laicos que aportan innumerables horas de su tiempo al servicio de la Iglesia. El personal de la Iglesia no es elegible.
Para esto, se le pidió a cada párroco que nominara a dos personas laicas que recibirán el premio. Dicho premio les será entregado en una misa especial en la Catedral Santuario de la Virgen de Guadalupe el próximo 11 de Febrero. Después de la ceremonia tendremos una recepción en su honor en el Gran Salón de la Catedral. Esta nominación se llevará a cabo anualmente.
El premio consta de un certificado y un medallón de bronce con la cresta de la Diócesis enlazado en un listón verde y dorado que podrán usar alrededor del cuello.
El Concilio Vaticano Segundo menciona el indispensable papel de los laicos en la vida de Iglesia, pero desafortunadamente esto pasa frecuentemente desapercibido. Por lo que espero que este premio sirva para reconocer la generosidad de nuestros ministros laicos que ofrecen sus dones y talentos al servicio de la Iglesia.

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