El día de los muertos trae a nuestra memoria visitas al cementerio cuando éramos niños. Nos recuerda el color amarillo intenso y anaranjado de la flor de cempasúchil que parecía tapizar la entrada al cementerio, y su inconfundible aroma esparciéndose por todos lados. Asimismo, nos recuerdan a numerosos vendedores ofreciendo su mercancía y a marchantes, que apilados, trataban de comprarla. Un tiempo de regocijo y esperanza.
Dentro del panteón, llenábamos las tumbas de nuestros seres queridos con los colores y el aroma de las flores y recordábamos los tiempos felices que vivimos a su lado. Rezábamos por ellos y buscábamos al sacerdote que, de tumba en tumba, rezaba junto a nosotros por el descanso de sus almas y bendecía sus tumbas con agua bendita. Así, al recordarlos vivían unas vez más en nuestra mente y nuestro corazón.
Nuestros cementerios Católicos son lugares sagrados. Por lo tanto son el lugar en el que deben depositarse los cuerpos de los cristianos que han sido santificados por el sacramento del bautismo y los otros sacramentos, ya que deben ser tratados con dignidad y respeto por ser los Templos del Espíritu Santo (1 Cor 3:16-17, 6:19). Por lo tanto, no existe un lugar más apropiado para ser la última morada de nuestros seres queridos que nuestros cementerios y columbarios católicos.
Los cementerios, mausoleos y columbarios son lugares de oración, consuelo y recuerdos felices. Cuando enterramos el cuerpo de nuestros muertos en cementerios Católicos reconocemos nuestra esperanza en la Resurrección de los Muertos durante la segunda venida de Cristo.
La Conmemoración del Día de los Muertos nos recuerda que orar por nuestros difuntos es una tradición de nuestra Iglesia y un acto de amor. En este día, la Iglesia ofrece oraciones y misas en nombre de nuestros hermanos difuntos.
En el Día de los Muertos, el 2 de Noviembre, el obispo J. Douglas Deshotel celebrará una Misa en la Capilla Calvary Hill Mausoleum por los difuntos se encuentran sepultados en nuestros cementerios Católicos. Los invitamos a que se unan al Obispo Deshotel durante esta celebración litúrgica y a que recen por nuestros seres queridos que se encuentran entre ellos.
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